Seguidamente vamos a ver algunos de los "errores" más habituales en los CV. Pero antes, veamos uno de los peores:
1. Desviar la atención. Esta técnica permite, cuando no se tiene experiencia o éxitos que comentar, desviar la atención en un punto supuestamente positivo, pero que no aporta nada realmente. Por ejemplo: si no tenemos ningún logro o éxito significativo que comentar en nuestro actual empleo, pero hemos tenido una buena evaluación o hemos sido promocionados de categoría, hay quien lo pone en el currículum, lo magnifica, y oculta de este modo la atención sobre otros elementos que podrían disminuir la buena impresión global. Es normal que un recién licenciado, ante la falta de otra información adicional, diga: "saqué matrícula de honor en el proyecto de carrera", o que diga las notas o hitos principales en su titulación. Vale, es normal, no tiene otra cosa de qué hablar. Lo que no es tan normal, es que gente que promulga experiencia y saber hacer, a la hora de la verdad ponga en el currículum este tipo de frases que contradicen dicha experiencia y saber hacer.
Viendo los currículums de gente con falsa experiencia, se suele encontrar frases como:
- "Experiencia multidisciplinar". Vale, la palabra suena bien, pero no me dice nada sin el matiz apropiado.
- Conocimiento y ¿experiencia? en diversas tecnologías y lenguajes de programación (por supuesto, siempre tratando de dar pocos detalles al respecto, y siempre de forma vaga respecto a los proyectos y a los períodos de aplicación). A ver señores, en nuestra vida laboral, y llevo en esto más de 15 años, no manejaremos más allá de 4 o 5 lenguajes principales. El resto, por supuesto que hemos estudiado, o usado puntualmente docenas de lenguajes. Pero el uso puntual no da el conocimiento, y la experiencia en los lenguajes se pierde en pocos años.
- Buenas evaluaciones de rendimiento recibidas en la empresa. ¿!!! Sí, bueno, claro que alguno de mis antiguos jefes me alabó, me subió el sueldo, o me subió de categoría (normalmente no todo a la vez)...¡pero no lo digo en el currículum! Mi profesionalidad no se mide por las subidas salariales que he recibido, sino por los retos superados (aunque es un reto que te suban el sueldo, creo que no estamos hablando de eso).
- Han llevado equipos de más de 20 personas ¿? Bueno, sí, una vez llegaron a estar 20 personas contando al fontanero, la secretaria, y la de la limpieza. Quizás han contado a todos los que han pasado por el proyecto, pero nunca estuvieron todos de forma coincidente. Pero sería más exacto decir de 3 a 20 personas, o usar la media del período. Incluso he visto gente de proyectos SCRUM con jerarquía nula, hablar de que han llevado "N" personas...¿pero llevar qué de qué? ¿Pues no era SCRUM? ¿No erais todos los del proyecto "iguales"? Seguro que si revisamos el currículum de los 20 del proyecto, resultará que todos han sido los jefes de los otros 19!!
A mí todo esto me da una sensación horrible. Un currículum no puede estar tan vacío. Se supone que habla de nosotros. Y si lo mejor que podemos decir de nuestra profesionalidad es que nuestro jefe nos hizo una revisión anual positiva...o que nos subió muchas veces el sueldo...pues cásate con tu jefe!
En serio, debemos siempre hablar de:
- Éxitos. Pero éxitos tangibles: logré "x" mediante "y". Ejemplo: puesta en el mercado de una nueva aplicación desarrollada por nosotros mismos (o explicitar nuestro papel en su desarrollo), logrando una cuota de mercado "X", o logrando como clientes a los "TOP" del sector. O: desarrollo e implantación de una solución de xxxx que logró estar en el mercado durante casi 10 años y tener más de 20 grandes clientes del sector.
- Formación: certificados relativos al puesto que estamos, o al que queremos optar. Si somos analistas funcionales, a buenas horas me va a servir un certificado de programación. Claro que está bien, y aporta, pero si veo a un jefe de proyecto obteniendo certificados de programación, voy a tener serias dudas de si realmente ejerce como jefe de proyecto. Del mismo modo que si yo veo a un analista recién certificado o con cursos de ITIL, CMMi, PMBOK, etc., voy a pensar que en realidad, ejerce de jefe de proyecto (o que se prepara para dicho cargo, lo cual es loable).
2. Estudios no realizados. Dos de cada diez españoles han declarado que han falseado su nivel de estudios en su currículum. Se pretende con ello ganar puntos ante el seleccionador. Es una de las mentiras más fáciles de detectar, porque lo normal es que se soliciten los diplomas y certificados que correspondan a la formación declarada. Una de las más frecuentes es asegurar ser un experto en un determinado programa informático sin serlo. Se trata de un grave error ya que se quedará en evidencia al comenzar a trabajar y tener que manejar dicho programa.
3. Mentir en el dominio de idiomas. También es habitual indicar que se tienen conocimientos de idiomas que en realidad se desconocen. O bien poseer un nivel más elevado del que se tiene. En este caso, es inútil indicar tener más nivel del real, pues lo habitual es que, para chequearlo, el entrevistador se dirija al candidato hablando en el idioma que dice conocer. Además, hay que tener en cuenta que muchas empresas suelen hacer pruebas de nivel para verificar dichos conocimientos.
4. Exagerar las funciones anteriores. El 43% de los españoles añade en su currículum vítae más responsabilidades de las que ha asumido en sus anteriores empleos. Un ejemplo: alguien que ha trabajado como vendedor, pero que asegura haber sido responsable de equipo o director comercial de una determinada empresa. En este sentido, hay quien exagera también los años de experiencia ejercidos en una determinada función. Un ejemplo de ello puede ser asegurar que se ha trabajado en una empresa durante varios años cuando en realidad sólo fueron 15 días.
5. Empresas en las que nunca se ha trabajado. Un 18% de candidatos miente acerca de las empresas para las que ha trabajado. Según el estudio de CareerBuilder, se han dado casos de candidatos que han mentido diciendo haber trabajado en una determinada empresa sin saber que quien le entrevistaba fue director de la misma. También, con el fin de engordar el currículum, hay quien declara haber trabajado en empresas que no existen. Son más difíciles de detectar las mentiras cuando las empresas en las que se dice haber trabajado han desaparecido.
Si has llegado hasta aquí, te habrás dado cuenta que seguramente tú también has hecho algo de esto alguna vez. ¿Y? Pues nada. Esto son malas prácticas, pero no significa que cada cual lo vea justificado para un fin. Desde luego, que por traer el pan a sus hijos, la gente está dispuesta a todo. Y más con los tiempos que corren. Seguro que a vosotros se os ocurren, o habéis visto más malas prácticas como estas. El problema, simplemente reside en que los currículums se usan de modo comparativo. Y como tantas cosas en esta vida, los honestos, los experimentados, están en desventaja.
De todas formas, se puede dar la vuelta: se pueden usar estas ideas, de forma sutil, para destacar auténticas buenas prácticas y experiencias, auténticos hitos y logros personales, para un buen currículum. Y ese era al final, el objetivo de este post.
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